martes, 10 de abril de 2018

Federico Ferro gay






Federico Ferro gay

Aquella tarde aquel hombre vagabundo toco la puerta del maestro Federico Ferro Gay, aquel maestro de filosofía que en su país Italia había sido portero de fútbol sus manos y estatura lo denunciaban, escucho el timbre de casa el maestro abrió la puerta y aquel hombre le dijo- no tendrá unos zapatos que le sobren- de primero dijo que no, pero de reojo el bichicome vio unos zapatos y le dijo le sobran esos zapatos, Federico respondió- si le quedan se los doy. Por su puesto no le quedaron era casi imposible Ferro media de zapato como 13.

Esta brevísima momería la guardo la guardo siempre con harto cariño, pocas veces vi al maestro sonreír siempre es bueno recordar la sonrisa de aquel hombre que sufrió tanto la guerra en su propio cuerpo, alguna vez me dijo- Carlos porque acude a mi clase? Nunca le pude responder esa pregunta y tal vez nunca la responda.

A Ferro no le gustaban los elogios por eso dije con sencillez en aquella clase mientras sostenía su cigarro- gracias por el diplomado que me pago maestro- y el respondió gracias por venir a este cursillo Carlos.

Hace poco recorrí los pasillos de la carrera de letras de la uacj y los salones donde alguna vez tome clases con el maestro, lo pensé sentado como siempre y manoteando sobre la mesa con esa mano tan grande y diciendo espero y lo hayan entendido.

No sé cuántos textos me regalo y perdí de Ferro y que perdí por descuidado o porque el tiempo lo quería así, sería lindo a verlos conservado a Ferro gay le pertenece un lugar dentro de la memoria de esta Ciudad sin duda la Biblioteca Central aclama su nombre

Carlos Macias Esparza

lunes, 9 de abril de 2018

Conmemorando el Aniversario luctuoso de José Revueltas


Como el, josé Revueltas fue y es indestructible. ante los veintitantos volúmenes de sus Obras, que no aspiran a recoger cuanto escribió, uno se siente inclinado a hablar del triunfo. Muy pocos escritores mexicanos han tenido el coraje de Revueltas, la pasión de Revueltas, su infinita capacidad de trabajo. Y en este instante resuena el eco de su voz que prohíbe aun el evidente elogio a juzgar sus Obras el verdadero monumento a su autor.
No: el decía que ni estatuas ni homenajes significan nada. La única victoria de un escritor se produce en la intimidad al lograr un vinculo silencioso y pacionado con otra conciencia. Hecha de con los materiales del habla común, la literatura es la mas pública y la mas secreta de las artes: sólo actúa o no, de persona a persona.

Del Prologo de José Emilio Pacheco/Las Evocaciones Requeridas/obras completas, ediciones era