los escritores como víctor bartoli pertenecen a otra estirpe que no es la de las luces y los escenarios sin afán de crear un mito, victor dedicó su vida a creación literaria era una lucha a muerte y esta lo mantuvo vivo hasta los últimos días de su vida es justo rescatar eso.
sometido al riguroso examen que se somete a todo artista, no encontró otra forma de combatir la vida si no con la escritura, no tenía títulos de maestría ni doctorados como para que lo reconociera la alta burguesía de artistas juarenses que solo viven de los halagos de los triunfos que solo festejan entre ellos y algun dia seran celebrados como momias en un museo
no se tiene detalle de cuanto escribió cuantas páginas dedicaría a la ciudad, entre guiones de cine y nueva novela que tenia en tramite, mujer alabastrina debe ser colocada como una de las primaras novelas de género testimonial acerca de la explotación y las dificultades que todavía tienen las mujeres en la maquiladora, mucho después vinieron otras y otras queriedo subirse a un barco que ya había sido abordado.
no are el examen que a tanta gente le gusta hacer la cantidad contra las pocas páginas, porque no tengo el menor empeño de disminuir a alguien por sus pocas publicaciones ni creo que víctor estuviera preocupado por ese tipo de cosas.
cuando se tenga que hablar de víctor se tiene que hablar de estos seres oscuros abandonados por ellos mismos a la soledad, siempre yendo por los pasillos de un mall, platicando sus proyectos a esas almas ancianos que habitan ese centro comercial,
pocas lineas le tocaran porque nunca fue de círculos literarios ni frecuentar amigos de ambiente cultural, izo todo para alejarse de todo y de todos por lo tanto que sean de el las pocas lineas que sus verdaderos amigos quieran escribir
carlos macias esparza
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