Por estos días se me ocurre recordar aquel tiempo,
donde aquella mujer de cabellos ondulado y una sonrisa
tierna buscaba a su hija se llama Marisela Escobedo.
Alguna vez le salude y le compartí un poema de Neruda
y jamás la volví a ver en persona
Fueron a buscarla a aquel día para matarla ante los ojos de todos,
todos quietos mirando el televisor, el asesino miraba desde palacio
de Gobierno con histeria y locura arrogante
La recuerdo por estos días tirarme la mano para saludar y decir
gracias por el poema y estamos aquí, por el aquel entonces fue
esperanzado, por ahora más frío son más derrotas sangrientas
de una batalla que sigue de pie
donde aquella mujer de cabellos ondulado y una sonrisa
tierna buscaba a su hija se llama Marisela Escobedo.
Alguna vez le salude y le compartí un poema de Neruda
y jamás la volví a ver en persona
Fueron a buscarla a aquel día para matarla ante los ojos de todos,
todos quietos mirando el televisor, el asesino miraba desde palacio
de Gobierno con histeria y locura arrogante
La recuerdo por estos días tirarme la mano para saludar y decir
gracias por el poema y estamos aquí, por el aquel entonces fue
esperanzado, por ahora más frío son más derrotas sangrientas
de una batalla que sigue de pie
Carlos Macias Esparza
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