lunes, 26 de noviembre de 2018

Los pasos de Diego en la frontera







Los pasos de Diego en la frontera

Aparece medio caminado muriendo lento,
fuerte lo fue siempre los golpes nunca los derribaron.

Con esa humildad de gato, saluda a pocos no está bien,
pero saca una sonrisa tierna de aquel Diego,
que no es más dice, él mismo.

Lo enterramos todos.

Camina casi por rebeldía no se quiere sentar en una silla
de ruedas no dice:
Mejor muero oliendo el pasto.

Sus pasos son de fantasma todos lo quieren abrazar
y el como una sombra se esfuma.
Así es Maradona algunos juran a verlo visto.
Yo juro haber estrechado su sombra.

Carlos Macías Esparza

martes, 20 de noviembre de 2018

La tragedia que es la vida


La tragedia que es la vida


                                                                                       Para José Revueltas


Yo nunca te conocí carnal,
ni pude darte un abrazo.

Para que quizás conocieras
esta ciudad
y sus madres que buscan sombras que viven.

Seguramente te hospedarías
en un hotel de paso junto al
cabron de Úrsulo,
sus sueños estarían vigilados por zopilotes.

Ya bien planteados los problemas
dialécticos y una que otra charla
sobre el barbón de Carlos me dirías;
Mire compañerito mejor vamos por
un trago por ahí y deje un poco
reposar los versos.

Yo no estuve en tu funeral para
reírnos un poco juntos de la tragedia que es la vida,
contar el himno zapatista armonizado con el viejo
violín de Silvestre,
el cielo lo trazo Fermín para ti y le hizo una
puertecilla para que entraras.

Me dicen hermano que si te querías
ir que la muerte te espero sentada,
que te pusiste blanco y que dejaste
a varios plantados en la cantina.

Yo no te conocí carnal ni pude
apretar tu mano bondadosa,
ni pudimos juntos caminar la avenida
Juárez, para escribir poemas en sus
muros y pintar caras de niñas que
nunca llegaron a sus casas.

Yo nunca estuve en el palacio obscuro,
vivo en este infierno que es Juárez,
que todos logramos amar,
en estas rejas impuestas por el hombre.

Carlos Macias Esparza