miércoles, 13 de julio de 2016

La juventud de mi padre Acadio Macías Cisneros se trazó dentro de un montículo




La juventud de mi padre Acadio Macías Cisneros se trazó dentro de un montículo, sabedor del buen beisbol junto a su hermano Manuel fueron los mejores pitchers de Jerez Zacatecas, tiempo después nos mantuvo económicamente de ese bello deporte, sus trofeos de perdieron nunca tuvo apego a sus uniformes ni distensiones, solo sus playeras y gorras que gusta de portar.

Algunas veces mi padre suelta una que otra memoria sobre larga trayectoria de ampayer de beisbol, alguna vez le ampayo al mismísimo Teodoro Higuera que en aquel entonces jugaba para el hawaian restaurante de la avenida Juárez, posteriormente este pitcher buscaría con éxito el béisbol de las grandes ligas a los Cerveceros de Milwaukee

Bebiendo una taza de café en la vieja central de Cd Juárez cae el nombre de Pedro de León,
yo le piche me acuerdo bien le tiraba bolas lentas y él se enojaba al grado de tirar el bate y gritarme que se la tirara rápida así lo saqué varias veces, era un gran jonronero el más grande que he visto termina mi padre

Algunas veces paseo por el centro de la ciudad con él y le gritan ese ampayita y el muy discreto levanta apenas la mano pero es evidente que le gusta el halago…

La juventud de mi padre Acadio Macías Cisneros se trazó dentro de un montículo




La juventud de mi padre Acadio Macías Cisneros se trazó dentro de un montículo, sabedor del buen beisbol junto a su hermano Manuel fueron los mejores pitchers de Jerez Zacatecas, tiempo después nos mantuvo económicamente de ese bello deporte, sus trofeos de perdieron nunca tuvo apego a sus uniformes ni distensiones, solo sus playeras y gorras que gusta de portar.

Algunas veces mi padre suelta una que otra memoria sobre larga trayectoria de ampayer de beisbol, alguna vez le ampayo al mismísimo Teodoro Higuera que en aquel entonces jugaba para el hawaian restaurante de la avenida Juárez, posteriormente este pitcher buscaría con éxito el béisbol dela grandes ligas a los Cerveceros de Milwaukee

Bebiendo una taza de café en la vieja central de Cd Juárez cae el nombre de Pedro de León,
yo le piche me acuerdo bien le tiraba bolas lentas y él se enojaba al grado de tirar el bate y gritarme que se la tirara rápida así lo saqué varias veces, era un gran jonronero el más grande que he visto termina mi padre

Algunas veces paseo por el centro de la ciudad con él y le gritan ese ampayita y el muy discreto levanta apenas la mano pero es evidente que le gusta el halago…

lunes, 11 de julio de 2016

Siempre encontré en un libro a mi maestro elegido




En sus clases de filosofía el maestro federico ferro Gay algunos días antes de dejarlo de ver para siempre me preguntaba

¿Porque viene usted a este humilde cursillo de filosofía?

Nunca le pude responder esa pregunta a mi querido maestro y a un se la debo, a veces me quedo pensando el mundo que vivo lleno de guerras y desastres desapariciones mi único maestro fue huérfano de la segunda guerra mundial, su mirada era la más tierna posible supo lo que era la guerra.

Ahora los maestros viven su propio dolor y su guerra, cuánto debo a mis maestros este oficio de autodidacta yo nunca curse una carrera, pero a mis maestros los encontré en la calle, en las rutas e inclusive dentro de la cancha de futbol.

Siempre encontré en un libro a mi maestro elegido no hay mejor maestro que un buen libro en ello encontré las formas y conductas que me ayudan a vivir hasta hoy.

Nunca será un mal recurso usar la palabra para denunciar la guerra y hoy debemos de denunciar a los tiranos, ser maestro no es un delito las dictaduras nunca se trabajaron en la aulas de hecho cualquier pedagogía educativa se preocupa por formar buenos seres humanos y no bestias.

Carlos Macias Esparza